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Facultad de Ingeniería

Claves para cuidar la salud mental

Por Andrés Perrone

El psicólogo Rafael Márquez Da Silva brinda algunos consejos para mejorar la calidad vida: organización, desconexión digital, momentos de ocio y recreación, gestión del estrés y ayuda profesional.

En el ritmo acelerado de la vida universitaria, donde las demandas académicas,  sociales y personales pueden generar estrés y ansiedad, mantener una buena  salud mental se vuelve fundamental. Rafael Márquez Da Silva, Licenciado en  Psicología y experto en salud pública, comparte consejos prácticos para construir  hábitos que promuevan el bienestar emocional y cognitivo. Hace muchos años,  en la Facultad de Ingeniería, brinda charlas y asesoramiento en cuanto a la vida  universitaria y los desafíos desde la salud mental.

La importancia de administrar el tiempo 

Uno de los pilares para una mente sana es la organización. Hay una necesidad  imperiosa de planificar las actividades diarias, incluyendo no solo el estudio y la  cursada, sino también el descanso, la recreación y la vida social. "El hábito de  administrar nuestro tiempo es clave", señala. "Tenemos que equilibrar las  responsabilidades con actividades que nos recarguen de energía, como el deporte  o el contacto con amigos".
La creación de horarios estructurados, similares a los utilizados en el colegio,  puede ser una herramienta eficaz. Incluir bloques para cada área de la vida: el  estudio, el ocio, el ejercicio y el sueño, ayudando a evitar la saturación y a mantener un rendimiento óptimo, especialmente en épocas de exámenes. 

"Consultar con un profesional de salud mental
no es un estigma, es un acto de autocuidado"

El peligro de los dispositivos y la higiene del sueño

En la era digital, el uso excesivo de celulares y redes sociales se ha convertido en  un enemigo silencioso de la salud mental. Se advierte la tendencia a sacrificar  horas de sueño por estar frente a una pantalla: "Cuando nos acostamos y nos  quedamos viendo videos o redes, el tiempo pasa sin que nos demos cuenta, y al  día siguiente acumulamos cansancio".  
Para contrarrestar esto, se recomienda establecer límites claros: evitar llevar el  celular a la cama, desconectar dispositivos antes de dormir y priorizar la higiene  del sueño. "Dormir bien no es un lujo, es una necesidad biológica que impacta  directamente en nuestro estado emocional y cognitivo", asegura el especialista.



"Dormir bien no es un lujo, es una necesidad biológica que impacta directamente en nuestro estado emocional y cognitivo"

El "reseteo" mental 

La vida universitaria no debe reducirse solo a los libros. Márquez destaca la  importancia de la recreación y las relaciones sociales como herramientas para  "resetear" la mente. "La recreación nos permite desconectar del estrés académico  y volver a las actividades con más claridad y tranquilidad", afirma. 
Actividades como el deporte, las caminatas o simplemente compartir momentos  con amigos no son pérdidas de tiempo, sino inversiones en bienestar. "A esa edad,  la vida social es fundamental. Generar redes de contención te da apoyo cuando las  cosas se ponen difíciles", agrega.
 
Enfrentar el estrés y cambiar el enfoque  

El estrés es inevitable, pero la forma en que lo gestionamos marca la diferencia. El  estrés no depende tanto de las circunstancias externas como de nuestra  percepción: "No hay una realidad estresante per se, sino cómo la interpretamos".  
Para manejarlo, sugiere trabajar en el enfoque: evitar anticipaciones catastróficas  y concentrarse en el presente y en los recursos disponibles. "Si aprendemos a ver los desafíos como oportunidades de crecimiento, en lugar de como amenazas, el estrés disminuye", señala el psicólogo.

No subestimar la ayuda profesional 

Finalmente, Márquez destaca la importancia de buscar ayuda cuando sea  necesario. "Consultar con un profesional de salud mental no es un estigma, es un  acto de autocuidado", afirma. Recuerda que en universidades y centros de salud pública hay recursos disponibles para quienes necesiten apoyo. 
Como conclusión, la mantención de la salud mental en la universidad requiere  hábitos equilibrados: organización, desconexión digital, recreación, gestión del estrés  y apertura a pedir ayuda. El resumen sería: "Cuidar nuestra mente y emociones es tan importante como cuidar nuestro cuerpo. Al fin y al cabo, estamos aprendiendo no solo materias, sino a vivir".

"La recreación nos permite desconectar del estrés académico y volver a las actividades con más claridad y tranquilidad"