Entonces, poder pagarse un psicólogo, un nutricionista o un médico, es uno de los desafíos más grandes que enfrenta el estudiante. Y la otra limitación es el tiempo para hacer los trámites o esperar y muchas veces los chicos tienen poca información de dónde y cómo pueden hacer las gestiones médicas”, describe Belén Olivera, Secretaría General Adjunta de Asuntos Estudiantiles.
Teniendo en cuenta esta realidad, desde la Secretaría realizan operativos de salud en las distintas regionales de la UNaM con la colaboración del Ministerio de Salud de la Provincia y el IPS. En esas jornadas, los y las estudiantes pueden acceder de manera gratuita a las consultas con médicos clínicos, psicólogos, nutricionistas, vacunación, test de ETS (enfermedades de transmisión sexual), entre otros servicios.
Cientos de estudiantes participan de estas jornadas de salud. “Lo que más solicitan es atención oftalmológica, ya que estamos todo el tiempo usando la pantalla y también piden atención psicológica y psicopedagógica”, destaca Olivera.
A su vez, la UNaM (a través de la obra social Smaunam) ofrece una beca de salud para los y las estudiantes de bajos recursos que no pueden acceder a una cobertura sanitaria. La solicitud se realiza en la facultad y luego, desde la Secretaría llevan adelante la gestión administrativa
Bienestar integral
En la actualidad, la importancia de la salud mental no puede ser subestimada. La presión académica y las exigencias de la vida universitaria pueden generar altos niveles de estrés. Por eso, la UNaM ofrece recursos y apoyo para que los estudiantes puedan crear un entorno que favorezca su bienestar integral.
En este sentido, la Secretaría impulsa el deporte y la actividad física como un pilar fundamental, organizando eventos, torneos y otras actividades recreativas en todas las regionales. “Creemos que el deporte aporta muchísimo a la salud mental. Además, implementamos la doble carrera que permite al chico estudiar y también dedicarse al deporte”, agrega Olivera.
Además, se ofrecen actividades fuera de la currícula académica: viajes cortos, paseos, talleres, actividades culturales o proyecciones de cine al aire libre. “Salir, charlar y socializar; todas esas actividades le ayudan al estudiante a conectarse con su carrera, con la naturaleza y con sus compañeros”, señala la secretaria.
“Una de las problemáticas que enfrentamos después de la pandemia fue que los chicos se volvieron muy individuales. Eso de estudiar en grupos y de salir, fue disminuyendo. Notamos que a toda una generación, lo que nos pasó es que nos volvimos muy individuales. Y eso tiene una proyección hacia nuestra salud mental. Así que estuvimos trabajando mucho en eso, con talleres, visitas a fábricas, charlas, cine, etc. Son actividades sin costo y tratamos de coordinar con la Municipalidad o la provincia”.
A su vez, en los casos específicos, que requieran ayuda profesional, Olivera aclara: “En el albergue tenemos un psicopedagogo y cada facultad también tiene un psicólogo. Si bien nosotros no le vamos a dar un tratamiento, los profesionales que trabajan dentro de la universidad pueden hacer un acompañamiento y derivar al estudiante”.
Ante la lamentable pérdida de un estudiante de Oberá, el año pasado se dictó un taller sobre el Protocolo Provincial de Prevención del suicidio por la Provincia destinado a autoridades, docentes y público interesado. El próximo objetivo es que la UNaM adhiera al protocolo oficialmente.
¿Por qué es importante el aporte de la universidad pública en la salud de las y los estudiantes?
Si bien nosotros no podemos garantizar la salud, porque lo único que garantizamos es la educación, hay una política que tenemos que la universidad es para todos y no solamente que la gente venga y estudie, sino que la gente venga, se inscriba y permanezca dentro de la universidad.
Tener todas estas políticas de bienestar estudiantil hace a la permanencia del estudiante dentro de la universidad porque no es fácil venir de Colonia Alicia a Posadas. Hay muchas chicas que limpian casas y hay chicos que trabajan y no tienen el tiempo, y quizás se enferman y tienen que volver a la casa. Entonces, desde la UNaM trabajamos principalmente en la prevención. Los chicos pueden venir a atenderse y quizá tener una receta o un medicamento a tiempo y no tienen la necesidad de volver a casa.
No estamos obligados a hacerlo, pero es una política muy importante para que los chicos se sientan bien dentro de la universidad.
